Estadísticas incluyentes e investigación feminista
5 julio 2024
En un mundo cada vez más consciente de la igualdad entre mujeres y hombres, la recopilación y el análisis de datos no pueden permanecer neutrales. Las estadísticas incluyentes desde la perspectiva de feminista son esenciales para identificar y abordar las desigualdades. Naciones Unidas, a través de diversas iniciativas y organismos, ha liderado esfuerzos para integrar esta perspectiva en la recopilación de datos a nivel global. En este artículo, exploraremos la importancia y utilidad de estas estadísticas y cómo Naciones Unidas anima y apoya su incorporación en las políticas y prácticas a nivel mundial.
Las estadísticas desagregadas por sexo permiten visibilizar las desigualdades entre mujeres y hombres en diversas áreas como la educación, la salud, el empleo o la participación política, entre otras muchas. Sin estos datos, las desigualdades y brechas pueden quedar ocultas, perpetuando la injusticia y la discriminación.
Las políticas públicas basadas en datos inclusivos son más efectivas. Por ejemplo, conocer la tasa de desempleo desagregada por sexo en diferentes regiones y áreas permite diseñar programas de empleo que atiendan las necesidades específicas de mujeres y hombres, promoviendo una economía más equitativa.
Las estadísticas con perspectiva feminista son cruciales para monitorear el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 5, que se centra en lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas. Sin datos desagregados, es imposible medir el verdadero progreso y hacer los ajustes necesarios para alcanzar las metas propuestas.
Al analizar el impacto de programas y políticas a través de datos desagregados por sexo, se pueden identificar áreas de mejora. Por ejemplo, un programa de capacitación laboral puede mostrar que, aunque el número total de personas beneficiarias es alto, las mujeres siguen enfrentando barreras significativas para acceder a estos recursos.
Las estadísticas con perspectiva de género fomentan la transparencia y la rendición de cuentas en la implementación de políticas públicas. Permiten a la ciudadanía y organizaciones de la sociedad civil evaluar si los compromisos gubernamentales en materia de igualdad de género se están cumpliendo.
La disponibilidad de datos detallados y precisos ayuda a sensibilizar a la población sobre las desigualdades entre mujeres y hombres, y promueve cambios culturales necesarios para alcanzar una sociedad más justa e igualitaria.
Naciones Unidas, a través de entidades como ONU Mujeres y la División de Estadística de las Naciones Unidas, ha desarrollado directrices y normativas para la recopilación y el análisis de datos con perspectiva feminista y de género. Estas directrices ayudan a los países a mejorar sus sistemas de estadística y asegurar que los datos recolectados reflejen las realidades de mujeres y hombres por igual.
Así mismo, ofrece programas de capacitación y asistencia técnica para los sistemas nacionales de estadística. Estos programas están diseñados para mejorar la capacidad de los países en la recopilación, análisis y uso de datos desagregados por sexo.
Proyectos como el «Programa Mundial de Estadísticas de Género» de Naciones Unidas buscan fortalecer la capacidad de los países y las diferentes regiones para generar estadísticas de alta calidad. Además, iniciativas como el «Gender Data Portal» proporcionan acceso a datos y recursos que facilitan el análisis y la toma de decisiones basadas en la evidencia
En conclusión, las estadísticas incluyentes desde la perspectiva feminista y de género no sólo son una herramienta vital para identificar y abordar las desigualdades, sino también un componente esencial para la formulación de políticas efectivas y justas. Naciones Unidas ha demostrado un compromiso constante en promover y apoyar la incorporación de esta perspectiva en la recopilación de datos a nivel global. A medida que más países y organizaciones adopten estas prácticas, nos acercamos a un mundo donde la equidad y la igualdad no sean sólo una aspiración, sino una realidad tangible y medible.